Productos destacados

Mediación
La mediación es un proceso pacífico de resolución de conflictos cuyos objetivos se encuentran definidos desde el comienzo. En este proceso, el mediador actúa a modo de árbitro, siendo los implicados los que deciden de forma consensuada su propio acuerdo.
A diferencia de la terapia, la mediación no busca la exploración de las emociones, sino que centra su foco en el asunto a resolver y no tanto en la persona y su pasado. Además, el proceso de mediación es corto, mientras que una terapia se extiende más en el tiempo.
¿Cómo funciona?
La mediación se rige por unos principios fundamentales que deben estar presentes en cualquier proceso, estos son:
· Neutralidad
· Imparcialidad
· Voluntariedad de los solicitantes
· Confidencialidad
El proceso se distribuye a lo largo de sesiones semanales durante alrededor de dos meses dependiendo del caso y del número de implicados. Es un procedimiento mucho más corto, con un menor coste y más satisfactorio que el judicial, ya que ambas partes deben estar de acuerdo.
En un primer encuentro se realiza una sesión informativa, que en nuestro centro es gratuita ya que apostamos por la importancia de dar a conocer esta vía pacífica de resolución de conflictos, sin embargo, es una sesión que generalmente, tiene un coste, igual o distinto al resto de sesiones.
Tras la primera reunión, las partes reflexionan acerca de la conveniencia o no de iniciarse en el proceso y así nos lo hacen saber. Si la respuesta es afirmativa, se empieza a trabajar. Una vez consensuado el acuerdo o acuerdos (se pueden acordar todos los aspectos que se desee),
¿Qué valor tiene?
El acuerdo de mediación tiene la misma validez legal que cualquier contrato firmado por las partes intervinientes. Además este valor se puede reforzar dándole carácter de escritura pública (ante notario) o presentarlo al juez en caso de exitir ya un proceso judicial abierto, siendo homologado como sentencia judicial. Esto supone que si éste no se cumpliera, el juez lo podría ejecutar directamente.
Cuando se trata de un procedimiento en el que están implicados menores, el acuerdo debe pasar por el fiscal de manera obligatoria, lo que supone elevarlo a público directamente.
En los casos en los que no haya implicados menores, y se decida no pasar por el notario, el acuerdo de mediación, podrá ser aportado al juez, quién inicia un proceso judicial en el que generalmente se sigue lo firmado en el acuerdo.
¿Por qué la mediación?
El proceso judicial se basa en “ganador-perdedor”, exponiendo a los participantes a situaciones desagradables en las que se deben posicionar como oponentes, generando un situación adversa. En un proceso de mediación sin embargo, se persigue llegar a un acuerdo en el que ambos se sientan ganadores, exponiendo sus razones y las necesidades que motivan sus posiciones.
Es un proceso más corto y económico tanto a nivel monetario como psicológico, ya que esta faceta también sufre durante el paso por los tribunales.
Ámbitos en los que os podemos ayudar
Mediación familiar (guarda y custodia, divorcios, herencias, conflictos familiares en general)
Mediación vecinal (comunidades de vecinos, asuntos vecinales de otro tipo)
Mediación laboral (acuerdos laborales de cualquier tipo)

Adultos
No existen dos sujetos iguales, por lo que no existe un protocolo o tratamiento igual para todos.
Es fundamental tener presente la singularidad de cada individuo, lo que lo caracteriza, su esencia. Desde esta perspectiva, el trabajo y el camino a seguir será único, creado por terapeuta y paciente.
Aunque lo más común es encontrar a personas que consultan por un motivo concreto, cada vez son más los individuos que acuden a consulta movidos por la curiosidad y el anhelo de saber de uno mismo, de descubrir sus raíces.
Y es que trabajar sobre nosotros mismos a nivel psicológico es tan importante como cuidarnos físicamente, ya que es bien sabido que nuestra salud psicológica tiene una fuerte proyección hacia lo orgánico, hacia nuestro cuerpo, pudiendo hacerlo enfermar sin entender la causa.
* Tratamientos
Ansiedad y estrés prolongados
Pensamientos obsesivos y actitudes compulsivas que perturban la vida del sujeto
Dificultades emocionales de la vida de pareja
Trastornos de la sexualidad
Apoyo en las pautas educativas de los hijos
Duelos prolongados (muerte de un ser querido, separación, enfermedad incurable u otro tipo de pérdidas)
Psicosis (esquizofrenia, autismo…)
Trastornos psicosomáticos (factores psicológicos con influencia en el estado físico)
Enfermedades orgánicas que producen desajuste emocional
Angustia ante la muerte
Otros