Adolescentes: el poder y el peligro de las redes sociales
6 de Septiembre de 2017


Navego por internet, como tantos otros millones de personas hacen cada día, revisando noticias, contenidos interesantes o cualquier otra cosa que pueda resultar atractiva para mi profesión.

Casualmente llega a mí un Spot Publicitario de una conocida compañía de telecomunicaciones. Cuando comienzo a verlo, siento confusión,  poco a poco una sensación de inquietud empieza a recorrerme…finalmente llego al final y descubro lo que la provocaba.

Las redes sociales han supuesto un impacto descontrolado e inimaginable en nuestro modo de comunicarnos, de ver el mundo (a través de una pantalla) y de establecer relaciones de todo tipo (sentimentales, de amistad, sexo…). Añaden un sinfín de posibilidades que las hace especialmente atractivas, aunque también peligrosas, principalmente en los colectivos más vulnerables, puesto que los límites los pone uno, por lo que ese uno debe estar en posesión de tal capacidad.

Uno de los colectivos más vulnerables y sobre el cual podemos encontrar noticias cada día, es el de los adolescentes y preadolescentes. El juego de la ballena azul, el juego del muelle, el acoso, y otros tantos, están a la orden del día, y en todos ellos las redes encuentran su papel.

El adolescente es un individuo muy particular, se enfrenta a un momento en el que todo se le pone patas arriba y lo que no, lo pone él. No porque sea su intención descolocarlo todo y a todos, sino porque es lo único que puede hacer, de hecho es lo que tiene que hacer para construirse, para decidir por primera vez acerca de sí mismo, de su vida, de con quién quiere estar y con quién no, entre otras cosas.

Si el niño llega a este momento con un autoestima pobre, con excesiva inseguridad y miedo, es perfecto para ser víctima de muchos de estos juegos o de situaciones de acoso. Sin embargo, no considero que poner el grito en el cielo y alarmarse constantemente por cualquier cosa sea la solución. Más que encerrarnos, y encerrarlos, en un cubículo que para nada se asemeja a la vida real, pongamos la vista más allá y planteemos otras alternativas más realistas y constructivas.

¿Por qué un niño tiene un autoestima baja, inseguridad y miedo?

Tanto una sobreprotección como un cuidado basado en el autoritarismo van a llevar a resultados similares. Proteger a nuestros hijos de todo, no dejarles experimentar por ellos mismos, equivocarse y saber buscar rutas alternativas, no transmite un mensaje de amor, como en muchos casos creen los padres, sino uno bien distinto: lo hago por ti, porque no confío en que tú puedas hacerlo. Sin embargo, fijaos que distinto sería dejarles probar y experimentar, estando a su lado por si acaso os necesitan, pues es normal que pudieran necesitar ayuda. ¿Cuál es el mensaje en este caso?: prueba, confío en ti, eres valiente y lo consigas o no, has luchado, y eso es lo más importante. Así que prueba, con prudencia porque es nuevo, y si ves que no encuentras salida, aquí estoy para ti.

Cuando un niño se equivoca se obliga a resolver, exactamente igual que tendrá que hacer en su vida adulta. No tiene más remedio que tomar decisiones, incluso la de pedir ayuda en un momento dado, es una decisión no menos importante que otras.

Con esto os quiero decir que la mejor prevención para que vuestros hijos en edades vulnerables, no se vean envueltos en este tipo de situaciones, sois vosotros. Tenéis la capacidad de confiar en ellos, de transmitirles seguridad para dar sus propios pasos pero también para entenderlos cuando se equivoquen y cuando necesiten pedir ayuda sin que ello resulte vergonzoso. Ayudarles a entender que vosotros estáis ahí, y que pueden recurrir a ello si os necesitan, puesto que antes de juzgarles, vais a visitar su interior y dar una vuelta por él para comprender por qué lo hicieron y qué necesitan.

A continuación os dejo el enlace del spot que os comento al inicio, y os animo a empezar a practicar y planteaos un “¿cómo puedo ayudar a mi hijo para que sepa diferenciar, para que acuda a mí sin miedo, para que se sienta seguro?” y no como  un “oh Dios mío! El mundo es peligroso y lo mejor es aislar a mi hijo de él”

Un truquito: comenzad por confiad en vosotros mismos…

https://www.youtube.com/watch?v=sDj0QT4GZI0


Vanesa López 

Psicología Sanitaria y Jurídica

Col. MU03039

    Compartir

    Share by: